
A ver dejenme ver si entendí esto de la realidad:
Las personas que llamamos exitosas son las que tenemos un trabajo que nos quita la mayor parte de nuestro tiempo y de nuestros días de vida, nosotros, que con el poco tiempo libre que tenemos (una miseria) nos dedicamos a hacer lo que no podemos hacer en el trabajo (tareas de la casa, impuestos, pagos, limpiar, tramitar permisos,etc) y que una vez o dos al anio tenemos un día completo para nosotros mismos (lapso de tiempo ridículo para dedicarnos a nosotros mismos y a cuestionarnos sobre la vida), tenemos la obligacion de decir que siendo esta la normalidad debemos conformarnos.
Y hasta ser felices con nuestra suerte ya que tenemos suficientes medios para comprar varias cosas que se nos da la gana comprar, cosas con las cuales se supone que seamos felices ( la nueva television, el ipad, el iphone, ropa de marca, etc).
Protagonizamos nuestro papel en la sociedad sin quejarnos, casa limpia y buen salario, todo esto con los anios que pasan, sin preguntarnos una sola vez si lo que estamos haciendo es de verdad quienes somos, si vale la pena, dejamos de verdad a nuestro espíritu respirar?
Nuestro pobre espíritu naturalmente libre y ahora ahogado por las obligaciones y las cuentas de banco, y aun así nos atrevemos a afirmar que llorar o sentir frustración es de perdedores y débiles.
Si me preguntan a mi llorar y frustrarse es un síntoma de aun tener un poco de salud espiritual.
Al menos en Mx se tiene a la familia para amortigua el madrazo, aquí en el país de la guillotina, ni familia, ni diversión ni sonrisa, la vida es un continuo de obligaciones e intentos de escapatoria que me duran menos de 30 min.
La vida heredada del consumismo y la era industrial no me satisface, puedo consumir como una loca aferrada y trabajar como un maldito burro para ganar dinero pero hace meses que no tengo tiempo de sentarme a reflexionar si mi vida vale verdaderamente la pena, y considero que eso me hace una gran perdedora en este juego.
Y es por esto que muy pocas veces a la semana puedo dormir en paz.