En un salón de clases lleno, una maestra pide a sus niños que dibujen una flor, y en cuanto comienzan a dibujar los empieza a corregir: una flor con el tallo verde, con los pétalos rojos, del tamaño exacto y sin salirse del margen..
Años después viene otra maestra y les dice a los mismos niños que dibujen una flor, y se regocija de que la dibujen "perfectamente" sin embargo les pide que la hagan de color amarillo. Cuando la próxima maestra viene los niños no comienzan a dibujar hasta que la maestra les ha dicho el color y el detalle exacto de la flor que quiere que dibujen y son bien recompensados al final por su exactitud.
Cuando los niños se hacen adultos y entran de nuevo a su salón de clases de la universidad, llega un profesor y les pide que dibujen una flor, esperando especificaciones el salón se queda en silencio y el profesor aclara: dibujen una flor, como ustedes quieran dibujarla. Los alumnos quedan perplejos y no saben cual es la respuesta correcta, sin especificaciones, el inmenso vacío de el libre albedrío los asombra.. la flor tendría que ser exactamente de cierta forma, si no: es incorrecta, mas vale no dibujar una flor incorrecta.
El ser humano es un animal domesticado al que se le enseñan (enseñamos) conceptos y palabras, formas de actuar que definen su "normalidad":dentro de las normas, con una definición exacta y sin dudas, conceptos que TIENEN QUE SER.
¿Pero entonces cómo se van a conocer a si mismos si todo lo que hacen y todo lo que son es "lo que tiene que ser"?, como van a conocer la realidad llena de conceptos contradictorios si "las cosas son de cierta forma y punto".
La ambigüedad representa una amenaza para los seres humanos, fuera de la norma los asusta, a tal grado que prefieren guardar su vacío y su lejanía de las cosas siempre y cuando estas tengan un límite, un nombre y un número.
Cuando tenia 15 años hice un viaje a Huatulco con mis papás, y mientras ellos iban a recorrer el hotel me salí a la playa y me di cuenta que estaba lloviendo, y no podía comprender como había lluvia, en una playa, de noche, con el mar comiéndose lentamente las gotas, me puse a jugar con las gotas, a sentirlas, fuera de "la lluvia" o "la playa" la experiencia se convirtió en hermosas sensaciones desconocidas y contrastantes, la arena que jugaba en pies, el calor y las gotas frías del cielo con el sonido del mar como marco.
Cuando pasaron mis papás me miraron detenidamente y después decidieron desaprobar, llamándome para decirme que me veía mal, que no era normal, que llamaba la atención de la gente. Los seguí de vuelta a la habitación del hotel para ver desde la ventana aquel hermoso espectáculo de sensaciones, y me pregunte que tan "anormal" era, me dio miedo no ser como el promedio, no pensar que "sólo era una estúpida lluvia en una estúpida playa que arruinaba las vacaciones".
La noche siguiente cuando mis papás salieron a buscar un restaurante yo salí a la playa y me di cuenta que aunque no lloviera había un hermoso cielo estrellado, y entonces me quede mirando, de pie, en medio de playa, siguiendo las estrellas, caminando un poco, completamente empalagada del brillo en la noche intensa.
Luego mire a las personas que me estaban viendo desde el hotel, los que estaban sentados en una silla bebiendo, los que caminaban por la playa mirando la arena.
Y me dije a mi misma : que clase de idiotas prefieren beber, ver el piso, encerrarse en un cuarto con una televisión cuando hay una cosa tan increíble y al mismo tiempo tan común, como un tesoro sin descubrir, las estrellas en una playa obscura, un espectáculo.
Mis papás sabiendo de mi "anormalidad" pasaron y al verme les causo un shock, me gritaron que parecía una loca y que si no me daba vergüenza.. Me di cuenta que para apreciar estas cosas sin nombre y sin extensión tenia que estar loca, y les respondí que era probable que estuviera loca.
Esa noche dormí en la habitación de mi hotel pensando en todas las cosas que me había perdido "por no haber estado loca antes".
Toda esta belleza detrás de los objetos "normales", de pronto un vaso ya no era un vaso y una flor no era solo una planta, el cielo se volvió un lienzo de hermosas pinturas, el olor del café una poción mágica para abrir mis ojos en la mañana, los animales se convirtieron en seres vivos, los libros en puertas a diferentes alternativas del mundo y los espejos en un gran signo de interrogación.
Cuando dejas de ponerle un nombre y un límite a las cosas cada cosa adquiere signos de interrogación, que tienes que responder con tu propia forma de ver las cosas.
Cuando el mundo esta lleno de signos de interrogación la vida se convierte en un inmenso vacío indefinido, y sólo puedes enfrentar este vacío si te decides a conocerte a ti mismo.
Y todavía no se por que la gente se muere de miedo de conocerse a si mismos, pero espero que algún día en vez de hablarle "a su dios" o a "su televisión" o a "sus políticos" se hablen a si mismos.
Marlin (o como quieran llamarme..)
Besos saltamontes
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