Freud me enseño que los seres humanos tienen que repetir sus errores y volverlos a repetir para "resolverlos" de cierta forma, continuar con la espiral, donde repites una y otra vez tus traumas, una y otra vez en el mundo dejas y tomas tus traumas, tus cosas irresueltas que vienen a buscarte cada que tienen oportunidad. Y palabra dicha palabra hecha, una y otra vez lo he visto en las personas del mundo.
Freud lo llama "la compulsión a la repetición"y cuando aprendí este concepto me agarre de la mesa con mis manos sudadas y mire hacia la ventana, fue uno de esos duros conceptos, una de esas cosas, que se iba a quedar en cada uno de mis días, en cada uno de mis meses, el saber, que el ser humano continuaría a cometer los mismos errores una y otra vez, así nada mas, para tratar de "elaborarlo" o como decimos todos, de resolverlo, todos nosotros, cada uno con su agenda, y tropezandonse en su camino con "la misma piedra que uno mismo se lanza", todo el tiempo..
Cuando apenas iba a la escuela secundaria, un día llegando al salón mi profesor dibujo el numero 8 en el pizarron de una forma extraña, estaba volteado (∞) y después nos explico: es el signo del infinito, es algo que nunca se acaba, que no tiene limites, que no es definido, que existe y que no existe.
Todo ese día me quede pensando en como podría existir un concepto tan vasto, era emocionante, que un estúpido ocho alrevez pudiera esconder un vacío tan grande y a la vez tan lleno..
Hoy en día me doy cuenta de la horrible correlación entre los dos eventos, los dos conceptos, y de que mi emoción por descubrir el infinito y por descubrir la compulsión a la repetición, me llevan a juntarlos en mi cabeza..
Una vida es todo lo que tenemos los seres humanos, es nuestra posibilidad, todos nuestros chances, es el infinito, es nuestro propio egoísta infinito, que se llena de nuestra propia infinita compulsión de "superar nuestros errores", nuestra inocente compulsión a la repetición, que se queda con nosotros, todo el tiempo, que llena toda nuestra vida y al mismo tiempo le quita todo el sentido a todo lo que algún día logramos, todo por querer reparar, la misma cosa rota, toda una vida, todo un infinito, de una sola alma..
Irónico, que un sólo esfuerzo por superarnos dure toda una vida, cuando somos nosotros mismos los que nos encontramos confortables en nuestros problemas, esos problemas, somos nosotros, y nuestra forma de resolverlos o de nadar en ellos es lo que nos hace vivir.
Uno puede pelearse con sus problemas, puede continuar sus maldito infinito a pelearse y a quejarse de tenerlos, uno puede preguntarse : ¿por qué siempre salgo con el mismo tipo de hombre?, ¿por qué siempre escojo mal a mis amigos?, ¿por qué siempre dejo las cosas sin terminar?.
Y algunos, a cierta edad deciden hacerse amigos de sus problemas, las viejitas en el metro que se quejan de lo mal que esta su vida que adoran hacerlo, los padres de familia que se quejan que no "hicieron nada en la vida " más que ser papas, y al mismo tiempo sienten la reivindicación de ser unos condenados santos "que dieron su vida por sus hijos..
Yo, le digo mi secreto de año nuevo, a mi me gusta ver mis problemas a la cara, gritarles, chillarles, repetir y tratar de solucionarlos, con millones de razonamientos diferentes, hago mi "compulsión a la repetición" perfectamente, a veces incluso no solo repito si no que hago orquesta de repetición, hago una maldita orquesta, sólo para demostrarme que una vez mas lo intente, y que soy consciente que aunque lo intente el cielo sera azul, y seguirá siendo azul, así repita mil veces que no lo es..
Pero me encanta seguir repitiendo, seguir intentando, seguir necia, a veces sin sentido, a veces sin meta, seguir gritando que quiero cambiar el mundo.
Se me va la vida en el intento, pero me consuelo, pues los benditos neurólogos descubrieron la plasticidad cerebral, y Freud se puede meter su compulsión a la repetición por donde quiera, por que en este siglo, descubrimos sin querer, que no hay por que nadar en el mismo charco toda una vida, y que de hecho SI podemos cambiar nuestra forma de vivir la vida, no solo mejorarla en cada repetición, si no cambiarla radicalmente, así como así, ¿que creen? se puede cambiar..
Gracioso, triste y gracioso que hayamos vivido casi un siglo creyendo que "infancia es destino" cuando mas bien "voluntad es destino"
Feliz incio de año, feliz voluntad, suerte en probar la teoría de la plasticidad cerebral.
Yo lo intento todos los días
Marlin
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