
Para pasar de la adolescencia a la adultez tuve que tomar mi yo, ponerlo contra una pared y fusilarlo hasta que dejara de intentar salvar el mundo.
Fue la muerte de un revolucionario que será recordado como héroe nacional, tan inocente pero necio aquel que intentó alguna vez dar su punto de vista colorido al mundo gris en que vivimos.
Y mientras veía su muerte lenta y agonizante la imagen de mi misma se carboniza en algo estable y aburrido, rutinario, sin sentido: adulto.
Nada es posible cuando dices que ya conoces la realidad y las pocas posibilidades que te da el mundo, estas centrado, eres maduro porque aceptas tu derrota, el mundo es asi y punto.
Ademas como tener tiempo de cambiar el mundo si simplemente el lidiar con todas sus reglas y tramites ya te quita incluso el tiempo de relajarte o apreciar los detalles lindos.
No guardar sonrisas ni planes locos para un futuro ya que de todas formas te va a caer encima como un pesado muro de verdades, que no se puede hacer esto y lo otro, y lo demás toma demasiado tiempo, es complicado, es normal, asi es la vida uno no puede cambiar las cosas.
Y el día que se me ocurra hacer algo revolucionario como pintarme las uñas de azul, vendrán los colegas a decirme que las cosas extrañas no son bonitas.
Uno ve enterrarse su propia alma en las arenas de lo "común" y ahí donde te miras al espejo no te encuentras, cada cumpleaños en vez de ser esperanza es un pesado año demás en el que envejeces y acumulas mas y mas bienes materiales a los que tienes derecho después de años de trabajo.
Yo solo soy una persona normal que come comida recalentada de vez en cuando y espera con miedo los impuestos, aquella que ansia irse de vacaciones y va todos los días apagada al trabajo.
Y es por eso que prefiero seguir diciendo que soy una adolescente, el boleto del viaje a la adultez ahí se los dejo a ustedes, yo seguiré pintándome mis uñas de azul.
Marlin
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